En un pueblo esclavizado por una bruja, llega una pareja ominosa: Ashaf, un hombre con un ataúd a la espalda y un séquito de cuervos, y Guideau, una chica salvaje con colmillos y ojos de bestia. Saben que donde va una bruja, solo siguen maldiciones y desastres. Tienen cuentas pendientes y eliminarán a cualquiera que se interponga en su camino, ya sea una turba enfurecida o una guarnición del ejército.
Por otra parte, en «The Witch and the Beast» nos presentan a un dúo muy peculiar relacionado con la hechicería. Mientras tanto, las brujas con poderes mágicos casi omnipotentes son el pináculo de la hechicería en un mundo donde la magia es algo común. La historia se desarrolla de forma lenta pero interesante, con una animación fluida y música que acompaña la atmósfera de la obra magníficamente.
La serie nos lleva a un mundo donde la magia y la hechicería son comunes, con una organización llamada la Orden de la Resonancia Mágica que se encarga de regular la magia. La serie destaca por la misteriosa orden y la pareja protagonista, Ashaf y Guideau, que plantean incógnitas y misterios que mantienen la intriga del espectador.
La historia de «The Witch and the Beast» mezcla casos aislados con una trama oscura y entretenida, con una pareja protagonista completamente opuesta que lucha contra fuerzas oscuras. La serie, a nivel técnico, destaca por un buen diseño de personajes y animación, dejando al espectador con ganas de más episodios para encajar todas las piezas del puzzle.
En resumen, «The Witch and the Beast» es una propuesta interesante y atractiva que, aunque no será recordada excesivamente en años venideros, deja al público deseando una segunda temporada.